Entrega de diplomas nueva promoción

El próximo día 5 de Octubre celebraremos en nuestra Facultad, a las 18’00 h., el solemne Acto Académico para la entrega de Diplomas a la VI Promoción de “Graduados en Ciencias del Deporte”, recién terminada su formación.

De igual manera, se hará el otorgamiento de insignias a la XXVIII promoción de Licenciados en Educación Física, promoción 1993-98, que éste año celebran el veinticinco aniversario de su ingreso en el INEF de Madrid.

Además de las distinciones honoríficas habituales, habrá una mención en memoria del profesor Manuel María Meléndez Falkowsky.

El acto estará presidido por el rector de la UPM, D. Guillermo Cisneros Pérez.

La Asociación de Antiguos Alumnos del INEF de Madrid participará en dicho acto; por una parte, entregará un premio a los mejores Trabajos Fin de Grado. Este año, han recaído en Cristina López Mora, Mario Giménez Torres, Sacha Karabas Flández , y Miguel Molina Hidalgo, que obtuvieron las mejores notas en Matrícula de Honor. Por otra parte, entregará a los alumnos de la promoción 1993-98, un carnet provisional de asociado, valedero por un año, con las mismas ventajas y privilegios que el resto de los asociados.

Laura Rodríguez (Australia)

Nombre y contacto

Laura Rodríguez Rodríguez. Promoción 2009-2013. Quien lo necesite puede contactar conmigo a través de laura.rodriguez.inef @ gmail.com.

Recuerdos del INEF

Mi paso por el INEF fue una de las mejores etapas de mi vida. Volvería a estudiar INEF una y mil veces. Vivir esa experiencia me enseñó muchas cosas de la vida. Yo era esquiadora profesional y lo dejé el año antes de empezar INEF. Digamos que sentí que había perdido mi identidad y mi rumbo en la vida, pero el INEF me devolvió las ganas de vivir, luchar, sonreír, la motivación por cosas nuevas. Me enseñó que lo importante no son las medallas ni cuánto la gente reconozca tu esfuerzo, sino compartir la felicidad y las cosas buenas (y las malas) de la vida con tu gente, con la sociedad. Me enseñó la importancia de trabajar en equipo, de luchar por lo que uno quiere, de buscar la verdadera motivación personal… Me enseñó tantas cosas que podría seguir y seguir describiéndolas sin parar. Sin duda me llevo el compañerismo, los amigos, los viajes y las relaciones creadas en ese edificio de 8 plantas. Pertenecí a la I Promoción de Grado, y sinceramente fue algo agridulce porque todos notamos el cambio, los profesores los que más, pero salimos vivos de ella y, para ser honestos, salimos beneficiados (las asignaturas más duras redujeron su contenido y nos las quitamos de encima en 4 meses).

 

Comienzos profesionales

Mis comienzos profesionales fueron, como los de muchos ineftos, con Antonio Barbero y Cristina. La empresa de Antonio abría en 2012 una nueva instalación y empecé a trabajar allí como profesora de natación. Yo tenía 23 años, no tenía experiencia y, la verdad, estaba bastante asustada de no saber qué hacer, por dónde empezar, etc. Pero nunca olvidaré lo que Antonio (Barbero para todos), me dijo con respecto a eso: “No pasa nada Laura, tú tírate a la piscina y ya verás como no es tan difícil”. Así que nunca mejor dicho, “me tiré a la piscina” y empecé a trabajar de profesora de natación con ellos. Mi jefa directa era Cristina, y la verdad que fue el mejor sitio en el que podía empezar a trabajar, porque aprendí la importancia de la profesionalidad en el trabajo, de la seriedad, de hacer las cosas correctamente, de velar por la seguridad de los niños en todo momento y, a la vez, de ser divertida como profesora. Muchos piensan que Cristina es demasiado estricta y seria pero, en mi experiencia, fue genial trabajar con ella y aprender de ella. Es una profesional como la copa de un pino y gestiona como nadie en este mundo. Fue un honor trabajar con ella y aprender de ella; otra cosa que volvería a hacer sin pensármelo dos veces. Estuve un año trabajando con ellos, hasta que me fui a Australia, y fue un año inolvidable, en el que gané amistades y disfruté como nadie de dar clase (algo inesperado y que siempre pensé que no me gustaría).

 

Mi salto más allá de nuestras fronteras

En mi último año de carrera (2013) empecé a pensar en qué haría después de acabar. No tenía ni la más remota idea, pero el esquí me enseñó lo increíble de viajar, y que nunca quería dejar de hacerlo. Así que empecé a pensar a dónde me iría. En el Grado nos remarcaban constantemente la importancia de hablar inglés, así que pensé: mejor me voy a un país de habla inglesa así mejoro mi inglés. Pensé en irme a Londres, pero era la moda y todo el mundo se iba para allá, y yo siempre he sido anti-modas, así que idea descartada. Luego pensé en Canadá pero, a pesar de que he pasado mitad de mi vida en la nieve, odio el frío, así que idea descartada. Después pensé en EEUU, estuve muy muy cerca de irme, pero hablé con un amigo que vivía allí y me dijo que en EEUU se sobrevivía sin hablar inglés, se hablaba español también en todos lados así que, otra idea descartada. No me quedaban muchas más posibilidades, y Australia me vino a la mente. Lo primero que pensé fue “¡qué lejos!” y eso me asustaba bastante. Pero, y aquí viene la mejor parte, en una conversación con Alberto García Bataller que nunca olvidaré (Bataller para los amigos), bajando las escaleras del INEF desde la 8ª planta después de una clase con él, le comenté que me quería ir fuera de España al acabar la carrera. Le dije que estaba entre, EEUU y Australia, y sin pensarlo dos veces me dijo “Laura, vete Australia, no te lo pienses, es impresionante”. Él había ido a una prueba del Campeonato del Mundo de Triatlón, a una ciudad llamada Gold Coast, y se enamoró. Me dijo “No tengas miedo Laura, te conozco lo suficiente para saber que la distancia para ti no será ningún problema”. Así que ahí empezó todo… Lo pensé, lo medité, lo hablé con mi familia y mis amigos (que a ninguno le hacía gracia, por cierto), y me puse en marcha para arreglar los papeles e irme. A los cinco meses de esta conversación ya estaba montada sola en una avión que, en 25 horas, me iba a dejar en Australia. Por cierto, otra de las mejores decisiones que he tomado en mi vida y que repetiría mil veces. De hecho me mudé a Gold Coast, la ciudad en la que Bataller había estado, esto fue una casualidad; realmente era el sitio más barato en el que estudiar inglés.

Cuando llegué tenía claro que trabajaría de lo que hiciera falta para vivir pero no pararía hasta que encontrara algo de lo mío. Así que empecé fregando platos en un restaurante, y a los dos meses conseguí trabajo de lo mío y ya fue un no parar:

– Empecé de profesora de natación en una piscina 2h a la semana, donde me fueron dando más horas.

– Después encontré trabajo en un club de gimnasia artística como entrenadora de nivel básico (de lo que no tenía ni idea, pero me tocó “tirarme a la piscina” de nuevo).

– A los pocos meses convalidé el Certificado de Nivel III de Fitness, obligatorio en Australia para ser instructor de clases colectivas, y encontré trabajo en un gimnasio de profesora de Pilates (de lo que tampoco tenía ni idea pero me tuve que “tirar a la piscina” por 3ª vez, y además Cristina Maroto, hermana de una alumna del INEF, vivía en Sídney de eso y me dio unos consejillos que me ayudaron mucho).

Con estos tres trabajos pude dejar de fregar platos en el restaurante, lo que había sido mi sueldo básico para vivir, y ya permitirme vivir trabajando de lo mío.

A los 2 años de estar en Australia sentí que ya había conseguido todos mis objetivos aquí así que decidí volver a Madrid y hacer el Master de Profesora de Secundaria para expandir mis opciones profesionales. En Australia ya no podía llegar mucho más lejos de lo había llegado ya. Pero justo antes de irme, con mi billete ya comprado y todo, conocí al que es mi marido a día de hoy. Me volví a España a hacer el Master, él se mudó a Madrid a los meses para estar conmigo, vivimos allí 2 años, nos casamos y la vida nos trajo de vuelta a Australia. En Madrid estábamos bien, él trabajaba de lo suyo a pesar de no hablar “ni papa” de español, yo trabajaba de profesora de Educación Física en un colegio concertado. Pero nuestra vida se resumía en trabajar de lunes a viernes y descansar los fines de semana de las palizas que nos metíamos durante la semana trabajando, y sin poder ahorrar demasiado. Hicimos cálculos, valoramos los pros y los contras, y a pesar de los contras los pros eran más así que decidimos mudarnos de vuelta a Australia en enero de este año 2018.

 

Mi trabajo actual

Actualmente trabajo a jornada completa de lunes a viernes como Coordinadora en el club de gimnasia artística en el que trabajé hace unos años. Se llama Delta Gymnastics. Es uno de los clubs de gimnasia artística más grandes de Australia, con 7 instalaciones deportivas, unos 80 trabajadores y unos 3000 gimnastas, la mayoría chicas. Yo coordino toda la parte de gimnasia artística de base en las dos instalaciones que tenemos en Gold Coast, que incluye 450 usuarios de entre 18 meses y 12 años, y 7 entrenadoras.

Además, hace pocos meses convalidé mi título de profesora de Educación Física. Para ello tuve que traducir todos mis títulos y, la parte más difícil, sacar un 8 en IELTS (Academic), que es un examen de inglés, y el nivel equivale a algo más que el Proficiency de Cambridge. Una vez aprobé el examen todo lo demás fue “pan comido”. Nuestros estudios sirven en Australia, no tuve que volver a la Universidad ni nada por el estilo, lo cual es un gran punto a favor. En Australia, o al menos en Queensland (el estado en el que está Gold Coast), una vez eres profesor/a puedes dar clase en cualquier de cualquier asignatura y en cualquier nivel educativo, desde preescolar hasta Bachillerato, pero obviamente tienen en cuenta tu experiencia y titulaciones. Por el momento, cuando tengo libre y me llaman, cubro sustituciones en los colegios y en los institutos públicos de Gold Coast (que, por cierto, aquí no hay oposiciones). Suelen llamarme una vez a la semana así que trabajo un día a la semana de profesora, normalmente doy Educación Física pero sino lo que me toque, y el sueldo es ¡4 veces mayor que en España! (como profesora sustituta, como permanente es el doble).

Gold Coast, Queensland (Australia)

Gold Coast es una ciudad de 450.000 habitantes, en la costa Este de Australia, en el centro, a 80 km al sur de Brisbane y a 850 km al norte de Sídney. Es una ciudad tranquila, llena de parques, rodeada de ríos de agua salada y en su mayoría habitada con casas bajas. Se extiende a lo largo de 30 km de costa, con playas interminables. La gente aquí es muy abierta, como en todo el país; te saludan por la calle, te hablan en la cola del supermercado, te ayudan sin pedirlo, son educados, sonrientes, positivos… Como en todos los países y culturas hay de todo, pero en general es un país poco egoísta, en el que, sobre todo las personas mayores y los adultos, se ayudan los unos a los otros aunque no se conozcan. Gold Coast es una ciudad en la que se practica mucho deporte y actividad física. El culto al cuerpo llega a ser incluso una obsesión aquí, pero la parte positiva es que el Ayuntamiento tiene un programa excelente de promoción de actividad física en el que ofrecen actividades gratis al aire libre todos los días, a todas horas y para todos los públicos (yoga, pilates, running, natación, mantenimiento, para niños, adultos, 3ª edad, y todas las millones de combinaciones y posibilidades habitas y por haber). Lo mejor de todo es que el clima lo permite casi durante todo el año así que durante el día los parques y las playas se llenan de gente practicando deporte. Los deportes más practicados/conocidos en Australia son: el surf (que en Gold Coast lo es todo), la natación, el rugby, el fútbol australiano, el criquet, el netball, y muchos más, pero esos son los más comunes.

Depende de la zona de Australia que quieras visitar, la mejor época varía. Si quieres ir al norte de Australia (tropical y húmedo), es mejor ir en invierno. Si quieres ir al sur (más o menos con un clima como en Madrid), mejor en verano. Si alguien quiere visitar Gold Coast, al estar a mitad entre el Norte y el Sur, se puede visitar a lo largo de todo el año; aunque si buscas playa mejor en verano porque en invierno el agua está bastante fría. Pero aquí nada de abrigos durante el invierno, creo que este año he usado el abrigo dos días en todo el invierno. En verano hace bastante calor (llegamos hasta los 35º aproximadamente) pero nada a lo que no estemos acostumbrados; aunque tenemos lluvias tropicales todas las semanas en verano. Invierno es más seco, a penas llueve y la temperatura media son 15º (hasta 25º durante el día a veces).

La comida aquí es 99% internacional. Australia es un país muy joven, fue conquistado por los ingleses en 1770, así que apenas hay comida tradicional o típica de aquí. Los australianos han adoptado costumbres inglesas y americanas, como el “fish and chips”, las barbacoas y los desayunos americanos/ingleses, pero aparte de eso no hay mucha comida típica aquí. Y de entre la comida internacional, la asiática domina (japonesa, china, tailandesa, taiwanesa, indonesia…).

En tema de costumbres, diría que tampoco tienen demasiadas. Durante el año celebran varios memoriales hacia los caídos en las guerras a las que acudieron las tropas australianas, pero por lo que estoy informada no mucho más la verdad. Aquí celebran la Navidad, pero la verdad es que no es algo tan social y familiar como en España; es verano así que no entra tanta comida en el cuerpo y a los bares cierran pronto por ser festivo el 25 de Diciembre y el 1 de Enero así que no hay mucha celebración tampoco.

Economía y servicios sociales

Australia es un país bastante rico, en el que los ciudadanos normalmente no tienen una gran preocupación por pagar facturas o llegar a fin de mes. Los sueldos se pagan semanal o quincenalmente, y las facturas entre semanal, mensual y trimestralmente, por lo que el dinero entra y sale constantemente. El sueldo medio de un australiano ronda los $650/semana (400€/semana = 1700€/mes) y la vida en Australia es solo un 15% más cara que en España, por lo que es relativamente fácil ahorrar y/o gastar el dinero en hobbies y vida personal.

En cuanto al campo de la actividad física, los sueldos también son más altos que en España y las profesiones están muy reguladas. Para trabajar en un gimnasio hay que obtener el Certificado III de Fitness, y para ser entrenador personal el Certificado IV de Fitness. Como profesor de clases extra escolares (natación, gimnasia, fútbol, etc) el sueldo ronda entre los 12€ y los 25€, pero las clases colectivas se pagan a unos 30€/hora y de entrenador personal mínimo 50€/hora, lo cual no es muy diferente que en España. Sin embargo, el sueldo de un profesor de Educación Física (Primaria o Secundaria indiferentemente) va desde los 40.000€/año hasta los 65.000€/año dependiendo de la experiencia (cada año de experiencia se sube el sueldo).

La educación es semi-pública; hay escuelas públicas pero los ciudadanos pagan una cuota anual (la cual desconozco). La Universidad es bastante cara (unos 6.000€ al año mínimo, y eso en las Universidades públicas), por lo que no es muy común estudiar en la Universidad. La gente estudia un FP (llamado TAFE aquí) y se ponen a trabajar, que por cierto aquí se puede empezar a trabajar a los 14 años. En las escuelas tienen un programa obligatorio en el que, cuando están en 4º de la ESO, todos los alumnos tienen que hacer una semana de experiencia laboral; pasan una jornada completa en una empresa para conocer cómo es la vida laboral en la realidad.

La sanidad es pública, como en España, pero en determinados servicios el ciudadano debe pagar un porcentaje por el servicio prestado, como las medicinas, determinadas operaciones, servicios de especialistas, etc.

 

En general Australia es un país lleno de oportunidades. Está en pleno crecimiento y sigue y seguirá creciendo, por lo que el mundo laboral está en pleno auge. Sí que es cierto que aquí no se habla español en ningún sitio (excepto si te encuentras a algún inmigrante latino o español por la calle) por lo que el inglés es extremadamente importante. El acento de los australianos no es nada fácil de entender al principio, sobre todo para nosotros que aprendemos normalmente del acento de Inglaterra, pero poco a poco el oído se adapta y al final te das cuenta que es incluso más fácil hablar inglés aquí porque se comen muchas letras y pronuncian poco, así que no te tienes que preocupar mucho por pronunciar todas las letras perfectamente. Aunque bueno, como cualquier emigrante que se va a un país en el que se habla una lengua diferente, el primer año es bastante complicado porque es como si de repente tuvieras un déficit auditivo y no te enteraras de nada de lo que pasara a tu alrededor. Pero como todo, todo pasa y mejora y fíjate, yo vine hablando el típico “intermediate” y ahora soy capaz de comunicarme con 450 usuarios de mi instalación, y sus padres, sin ningún problema, en persona, por teléfono y por escrito.

 

Juan de Dios Román, Premio Nacional del Deporte

Felicidad, alegría, orgullo… Nuestro Juan de Dios Román, Premio Nacional del Deporte, premiando la trayectoria de una vida entregada, de manera notoria, a la práctica, organización, dirección, promoción y desarrollo del deporte. ¡¡ Enhorabuena Juan de Dios ¡!

http://www.csd.gob.es/csd/documentacion/01GabPr/Novedades/fallados-los-premios-nacionales-del-deporte-2017