Un INEFTO no se hace, nace

Navegando por Internet nos hemos encontrado con esta reflexión de una alumna del INEF, con la que creo, nos identificamos todos. Espero os guste.

Todavía recuerdo el momento en el que me dijeron que había sido admitida en el INEF, que ya era una ‘Inefta UPM’. Me puse feliz en una milésima de segundo y comencé a indagar en busca de información orientativa. La verdad es que, como soy una cotilla (todo hay que decirlo), me costó muy poco encontrar algo al respecto. Me topé con este post, lo leí una y otra vez, y podría decirse que no entendía prácticamente nada. Se me juntaron los tobillos, es decir, me cagué (literal) y pensé: ay madre, dónde me he metido yo… Pero ahora, tras casi dos años de vivencia y convivencia en “La Santa Casa”, ahora entiendo TODO…

¿Qué es ser de INEF?

Si es que los de INEF somos unos incomprendidos… Catorce asignaturas en Primero, dieciséis en Segundo… Muchas, muchas horas de deporte.

Cambios de clase a todo correr por las instalaciones del INEF (de Judo a Pedagogía, de Pedagogía a Fútbol, de Fútbol a Idioma…), y todo esto sudados y sin tiempo para ducharnos; pero no pasa nada porque, total, vamos todos igual, apañando aseos en cinco minutos con su correspondiente cotilleo. Comemos como bestias, sí: pero como somos de INEF, apenas engordamos. Tenemos mil horas de clase y eso nos impide trabajar al 90% de nosotros, porque somos de INEF. Los que estudiamos esta carrera somos un mundo aparte. Estudiamos medicina, física, química, psicología, pedagogía, sociología, historia y, por supuesto, muchos deportes. Y nos sobra tiempo para emborracharnos, fumarnos, trabajar, entrenar y tener nuestros líos… Por algo estamos en el INEF.

¡Hey!, además de aprobar el Bachillerato y la Selectividad en Junio (ya que a INEF sólo se puede acceder en Junio), tenemos que pasar una serie de pruebas físicas que determinarán si nuestro estado de forma es el adecuado para entrar en La Casa.

‘¡Mira a ese; fuma y está en el INEF!’

‘¡Claro tío; eso es! Estoy en el INEF y puedo hacer lo que me proponga; de hecho, podría fumar, beberme un botellín, hacer el pino y jugar al bádminton a la vez; pero no lo hago por no incomodar a los mortales de a pie que estudian otras carreras.’

Es posible que no sepamos integrar, derivar u otras cosas semejantes, pero es por el simple hecho de que nos resulta útil para alcanzar nuestros objetivos, y para eso, los de INEF, somos muy funcionales.

Somos de INEF porque mola; mola saltar, correr, bailar, jugar al fútbol, al tenis o hacer gimnasia artística. Y también mola desesperarnos con asignaturas como Anatomía o Bases, y elaborar complejas técnicas de ligoteo en Bibliotecas en los meses de febrero y junio.

Mola estudiar INEF por todo el interculturalismo que hay; desde los de La Rioja (los que más beben… y menos mean), hasta los de Cádiz (¿cuántos cascabeles tenía?).

Estudiamos INEF para deleitarnos con esos cuerpos Danone en Natación; por el Tigretón, por las duchas con cantes y cotilleos, por las clases que nos fumamos.

A los que estudiamos INEF nos gusta que todos sepan que lo hacemos; de ahí los parches, las camisetas y demás objetos con nuestro escudo; nos gusta, aunque luego nos digan: ‘¿Tú no estudiabas INEM? Sí, eso de la gimnasia.’ Y es que, aunque nos sitúen en la cola del paro, por lo menos nuestra Facultad no está llena de feos.

Estudiamos INEF por las partidas de mus en la cafetería durante clases inaguantables; por la primera nevada en el campo de fútbol, por las taquillas, por los momentos pared, por esos incontables moratones, y por las veces que se nos subió un gemelo a las órdenes de Antonio Barbero. Estudiamos INEF porque decir que sabes esgrima, mola. Estudiamos INEF por los ‘exámenes en común’ del Aula Magna, por el ‘hoy por ti y mañana por mí’. Nos encanta reirnos de las notas y consolarnos unos a otros; nos encanta ver que no sólo fuiste tú, que fue un 75%. Los que estudiamos INEF damos gracias a los hermanos Carrasco, al compañerismo entre generaciones, a las novatadas, a las fiestas, al compromiso. Somos conscientes de que somos unos afortunados por estar donde estamos, y aunque tengamos que hacer seiscientos millones de trabajos y siempre esperemos al último momento, el profesor lo tendrá en su mesa al día; iremos a las clases prácticas, y aunque tengamos la pierna rota por dieciséis sitios, eso no nos impedirá sobrepasar el número de faltas.

Es cierto que la gente de INEF somos una raza por descubrir.

El Inefto no se hace, nace. Porque somos los únicos que sólo podemos entrar en la universidad en la convocatoria de junio, y eso antes de pasar las famosas pruebas físicas: correr un dos mil en Madrid a 26 de Junio, 17 horas de la tarde y con 35º, no es recomendable para otras clases de preuniversitarios.

Es el único universitario capaz de pegarse su gran ‘Fiesta del Novato’; llenar La Riviera con tres mil Ineftos más hasta las siete de la mañana, y plantarse en la piscina de 25 a las 8’30 para sufrir en la clase de Antonio Barbero o de Isabel Martín… El Inefto sufre como un cabrón en sus clases de natación con 5º de temperatura ambiente y 10º en agua…¡Somos así de machotes!

Como dice Vicentín, ‘un Inefto nunca se pierde, sólo se desorienta’… y es que, para que sepáis el resto de mortales, estamos orgullosos de pertenecer a esta Santa Casa, y por ello todos, absolutamente todos, llevamos nuestros parches del INEF en la mochila; usamos las camisetas de todas las promociones habidas y por haber, y pegamos pegatinas con nuestro logo en taquillas, puertas, coches, carpetas, cascos y cualquier objeto que se nos ponga por delante.

El Decatthlon sobrevive gracias a nosotros… Un Inefto no va a clase con una carpeta y un boli… ¡No! Un Inefto lleva su bañador + gorro + gafas de natación, las chanclas y el champú para ducharse, el palo de hockey y las mallas de sistemática, el amigo sobotta y la raqueta de bádminton… Se sube andando las cuatro escaleras mecánicas del Metro de Ciudad Universitaria, baja corriendo la Avenida del INEF y, como buen novato, JAMÁS cogerá el ascensor para subir a la octava planta durante el mes de octubre… ¡Somos así de machotes!

Estudiamos INEF porque nuestras tres semanas de novatadas son incomparables a cualquier otra carrera del mundo mundial; porque nos flipa irnos cuatro días al Tajo y meternos en el rio a 3º para bajar en kayac; disfrutamos pegándonos ostias en las clases de Judo de Lee, adoramos a Calderón con su ‘joder, el INEF no es pinta y colorea’, tenemos una cafetería donde siempre habrá alguien de cachondeo de ocho de la mañana a ocho de la noche; nuestra biblioteca parece un botellón permanente, y se liga más en chandal que en tacones.

No nos importa cambiarnos de pantalones delante del resto de la clase, porque después de cinco años, ya no hay nada que nos sorprenda del de al lado… Nos hemos visto haciendo el invertido y sus mil hostias progresivas previas, sufriendo los exámenes de Anatomía de Primero estando ya en quinto de carrera, haciéndonos la foto de la orla, puteando a los novatos rebotados y cantando el himno a Cagigal… Pidiendo apuntes por Internet y recortando chuletas en la 8ª, con los ojos como platos en las clases de Legislación, y exponiendo trabajos terminados cinco minutos antes en las de Algar… No nos dedicamos a darle patadas al balón; estudiamos Psicología, Historia del deporte, Biomecánica y Fisiología del ejercicio, nos pasamos el día bajando de la 5ª a la piscina, de la piscina a la 8ª, de la 8ª a la pista de atletismo, y de la pista al campo de hockey… Comemos un sandwich en los cambios de clase… No nos sobra el tiempo nunca; nos gusta tener seis clases de hora y media al día; irnos a currar de tres y media a siete, y después entrenar hasta las diez…!Somos imparables!

El INEF es tu segunda casa (o la primera), y conocerás por su nombre a los bedeles, a las señoras de la limpieza, a Andrés y todos los de gestión académica, al equipo de la Biblioteca, a los profesores y al Gran Decano Sampeter. Seríamos capaces de no terminar nunca la carrera, porque un Inefto llora cuando se licencia, se mete en la página del INEF todos los días aunque ahora viva en Málaga o en San Sebastián… Mueve cielo y tierra por volver a ir a las fiestas del Novato y además, sigue quedando con los compañeros de promoción cuando ya han pasado venticinco años…

Señores, un Inefto no se hace, nace.

 

Vídeos sobre José María Cagigal en Internet

Gracias a compañeros que nos han enviado los enlaces correspondientes, os mostramos vídeos relevantes sobre la figura del fundador del INEF, D. José María Cagigal Gutiérrez.

El primer vídeo, realizado por Justo Gámez López y la V promoción, nos ofrece un homenaje a la trayectoria de Cagigal, y lo que supuso su influencia en el alumnado.

El segundo vídeo, desde Sudámerica, y realizado por Cristian Pulgarín, nos habla sobre José María Cagigal en el deporte educativo.

Los tres siguientes vídeos corresponden al 50 aniversario del INEF, donde se elogió la figura de José María Cagigal a través de tres ponencias:

1- El INEF de José María Cagigal, por Luis Carlos Torrescusa:

2- José María Cagigal: El hombre y su obra, por Javier Olivera

y 3- La Asociación de Antiguos Alumnos del INEF de Madrid, por Francisco Cagigas.

Esperamos sean de vuestro agrado.

Comienzos del INEF y de La Almudena

Nos han llegado unos videos de la Filmoteca Nacional de RTVE, donde se muestran los inicios del INEF y de LA Almudena. Los videos son aproximadamente de finales de los años 60, comienzos de los 70, y los tenéis a vuestra disposición, tnato para verlos como para descargarlos, en los siguientes enlaces:

Comienzos del INEF: https://www.dropbox.com/s/46nscw449oif91y/Comienzos%20INEF.mp4?dl=0

Comienzos de La Almudena: https://www.dropbox.com/s/6ezxa5374xvwwye/Comienzos%20La%20Almudena.mp4?dl=0

Esperamos sean de vuestro agrado.